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martes, 29 de junio de 2010

¿Que pretende Usted de Mí?

"Donde quiera que vayas, habrá hombres acechándote"

Buenas... Mientras la fiebre mundialista parece consumir todo (hasta los cines) y buena parte d e los blogs de cine llevados adelante por seres homínidos de género masculino aparecen abandonados a la vera del camino por cosas más interesantes como Nueva Zelandia- Eslovaquia o los berrinches d e un DT fracasado (pego con acegnto fgancés ;) ) acá vamos a hablar d e un tema popular no futbolístico.


Bueno, confío que, después de este título y esta foto no hace falta aclarar sobre quien trata esta entrada. Y vamos a centrarnos casi exclusivamente en la Diva y en el tratamiento que de esta hacía su Director/Productor/Musicalizador/¿Guionista?/Amante/ Marido Armando Bo. Para otra ocasión dejamos el cine de Armando Bo en general que tiene bastante tela para cortar. No decimos nada nuevo que en el cine de Bo (salvo las tres o cuatro películas donde no trabajaba la "Diosa") todo está armado en torno a "La Coca" BSO's verdaderamente "originales", "invenciones", nuevos efectos, guiones definitivamente "no d e hierro", encadenados, flashbacks... Todo al servicio del lucimiento personal de la estrella.
Aunque también pueda parecer una perogrullada, el cine Bo-Sarli está hecho para entrar por los ojos. No está hecho para ser recordado por sus bandas de sonido (aunque tengan temas de Alice Cooper) o por los guiones (aunque la primer pelìcula sea una aceptable adaptación de Roa Bastos)

Voyeurismo:
Estas obras necesariamente apelan al "voyeurismo" propio del espectador. Claro que están en todo su derecho de decir que estoy diciendo una boludez ya que, en un punto, el espectador es puro "voyeurismo" Sin embargo, también se entiende que no me refiero a la pura acción de mirar sino a aquello implicado en el término "voyeurismo" El "mirón", el "fisgón", el que espía por la ranura o un estratégico agujero en la ducha. Eso busca el cine de Bo en un punto, y contar con la consiguiente "complicidad" del espectador para seguir adelante. El público no necesita justificar los actos muchas veces bárbaros d elos protagonistas y antagonistas masculinos (como en la clásica "carne" o en "el trueno...") pero puede comprender esas ansías y ese mirar permanente, esa obnubilación, como en el fotograma de "La leona" que ilustra esta entrada.

El cine de Bo es "autoconciente" si esto vale alguna vez en algún lado. A las mujercitas "ingenuas" de las primeras pelìculas como "El trueno..." "favela" o "burrerita..." las reemplazan protagonistas hechas para la mirada misma: Prostitutas, una actriz, una streap teaser, copera... personajes que, como dice Sergio Wolf, "tienen desde el punto de partida "algo" que las hace exhibibles, expuestas a la mirada"

"¿Que pretende usted d e mí?":
Y aquí volvemos a la célebre frase del título. Esta remite a la propia actitud de los personajes encarnados por ella ante ese acoso y ese ser foco d ela atención. Ese entre ingenuo y completamente delirante (y, permítanme decirlo, definitivamente magistral) "¿Que pretende usted de mí?" plantea una suerte d e incomprensión de los personajes encarnados por La Coca. Incomprensión que, a su vez, parte de una "puesta fuera" Pese a las escenas célebres, Bo logra establecer una "distancia" entre Isabel Sarli y el resto. Un personaje que, como dijera Wolf "desencadena pasiones" pero "parece desconocerlo" una Isabel Sarli hiératica, ajena a las pasiones que desata a su alrededor. Así, en el desarrollo d ela historia, el choque entre los sujetos deseantes y ese para nada oscuro objeto del deseo es inevitable. Ninguno logra, puede y, tal vez, tampoco quiere, entender las motivacione s y lógicas del otro. Hay cierta "tragedia" en la belleza expuesta en tanto belleza fatídica. tragedia en tanto pasos recorridos hacia un destino inevitable que significa el crimen y la profanación para unos y otros.
Es cierto que, con el paso de los años, surgirá d e forma más marcada el personaje masculino que logrará "cautivar" a la "belleza" pero eso no hace sino subrayar esa distancia y, más allá de la locura, la exageración y la etapa final del tandem Sarli- Bo en nuestros oídos resuena el "¿que pretende usted mí?" que nos moverá a risa, lo tendremos listo como frase d e ocasión pero que, en la voz y la figura d e Isabel Sarli sigue expresando incomprensión e incredulidad, frialdad y distanciamiento hacia un mundo que, despué s d e todo, pareciera no estar preparado para semejante descubrimiento.
PD: Esta entrada está dedicada a Giberelina que hace poco pidió una revisión "del cinerama d ela coca Sarli" =)

miércoles, 19 de mayo de 2010

El Doctor Luz existe!



.. Y es argentino. Bueno, no. No es argentino pero tanto el gran diario como el autotitulado argentino o cualquiera de esos pasquines que padecen "argentinofilia" (curiosa patología marcada por la necesidad compulsiva de encntrar argentinos en todas partes -desde la NASA hasta un campeonato internacional de Tute Cabrero-) se perdieron un título como ese, de puro burros nomás.

Los lectores de historietas ocnocen al "Dr. Ligth" un villano (a veces temible, a veces no muy temible :P) con un gran poder sobre la luz y la capacidad d emanejarla a su antojo. Bueno, acá no vamos a hablar de "ese" doctor luz sino del auténtico y de su paso por este rincón del planeta, en auqellos lejanos tiempos de leyenda en que se inició el arte industria que nos gusta a todos. Caundo un farol hacía una esquina y un decorado de cartón una montaña, con ustedes; el Dr. Luz: John Alton!







Como en "Corazón" pero de más grandecito...:
"... La luz es una de las cosas más importantes de la vida... La razón por la cual a mi me fue bien en el cine es que yo saqué ventaja del poder d ela luz"

PEro pasó mucha agua bajo el puente antes de eso. Alton nació en Hungría a principios d e siglo, trabajó en laboratorios y como otros compatriotas escapó y salió a probar suerte, primero en Francia y luego en EE UU. En el camino, las vicisitudes de todo inmigrante, no pudiendo ingresar a la ASC (la asociación d e "pros" de Holywood) París y EE UU le sirvieron a Alton para aprender pero en ambos lugares las cosas estaban en marcha y con ellas las jerarquías. Así nuestro personaje tomó proa para "la patagonia" y recaló a principios d elos treinta cuando empezaba el cine de estudios. Alton empezó a trabajar para Lumiton. Como esta era una "tierra de oportunidades" Mentasti lo puso al frente d ela primer gran producción de Lumiton "Los tres berretines" (1933) Como se dijo "llamo la atención porque su sonido se entendía y su fotografía era nítida" En aquellos comienzos no s epedía mucho más, si encima estaba basada en un éxito del teatro con un actor conocido (Sandrini) iba como piña...


Tropezón no es caída:
Pronto a Alton le empezaron a "llover ofertas" y elogios. Entusiasmado con su éxito hizo una temprana (y olvidada) incursión en la dirección con "el hijo de papá" nuevamente, tema popular y Sandrini haían preagiar el éxito. PEro la película fue un fracaso completo. Sandrini compró todas las copias y las quemó personalmente, para que no quedaran rastros. Como hace poco recordó Marcos Vieytes, Mario Bava les decía a los actores que el podía ser un mal director pero seguro era buen fotógrafo. A juzgar por la primer experiencia de Alton, puede no ser suficiente saber fotografía...
Después de su temprano Waterloo Altonse convenció que dirigir no era lo suyo y abandonó la dirección (que retomaría con mejor suerte algunos lustros mas tarde) y se dedicó a lo suyo.





La "luz argentina" (de comentario peyorativo a marca registrada):
Pronto los primeros directores "indies" ;) del medio local (Alberto de Savalía y Luis Saslavsky) comprendieron la potencialidad y profesionalismo de Alton. Justamente con "crimen a las tres" (Saslavsky) y "Escala en la ciudad" (Zavalía) empezó una d elas "pequeñas sociedades" (como dicen en el futbol) más fructíferas de la "edad d eoro": la del iluminador y fotografo con el escenógrafo Raúl soldi (sí, el pintor) Como ya cité a la biblia para el Bafici, para ambas vale el mismo epitafio: "fracasó pero reveló una inquietud, constituyó un experimento"
Con esto a cuestas, la trayectoria de la productora Sifal falleció de muerte natural, pero la carrera de Alton siguió para adelante.

Se preparaba "Puerto Nuevo" y había intenciones d emostrar por primera vez una villa miseria. Ese trabajo s elo popuso la dupla AMadori - Sofficci. Sofficci ya demostraba inqietudes sociales
Para darle "calidad" a la película volvieron a llamar a Alton que, ahora sí, pudo participar de un éxito de proporciones.
Trabajó mucho durante esa década del treinta. Trabajó con directores como Manuel Romero con su ritmo de una película cada quince días.... Era salir corriendo de un estudio para entrar en otro o atender dos sets al unísono. Llegó a filmar dos películas al mismo tiempo... ¡¡¡en dos estudios distintos!!! (en una daba las indicaciones sobre intensidad y ubicación d elos faroles... ¡¡por teléfono!!)


Con Alton el término "luz argentina" pasó de ser una referencia peyorativa a una luz que literalmente "estaba de adorno" para pasar a desginar a a lgunos d elos profesionales más destacados d ela época. Porque otra característica suya era ser buen docente y mucha d ela iluminación d elos cuarent a y cincuenta que soprende a veces por su diferencia con otros rubros no tan destacados ( ;) ;) ) tiene que ver con la escuela que dejó. Directores como Sofficci o Saslavsky descubireron en Alton alguien que iba de acuerdo con su interés por levantar la puntería dle cine nacional. Directores como Romero y Amadori descubrieron en el un fotógrafo que siempre tenía el toque justo para que sus estrellas lucieran bien. LA ductilidad y el ritmo d elocos del medio local prepararon al húngaro para, ahora sí, a su retorno a Holywood romperla, moverla en una baldosa, mandar el pase e ir a cabecear. Esta vez la ASC si lo aceptó en sus filas,
filmó con los grandes, dirigió, escribió su célebre libro "Pintando con Luz" y ganó el Oscar d e la especialidad por "Un americano en París" pero esa, esa e s otra historia...






A modo de epílogo:
"Me gustaría hacer un corto sobre el poder d e la luz" dijo en alguna ocasión. Alguna vez le escuché decir a alguien que, tal vez esta escena (que coló en el largo de Anthony Mann "He walked by night") fuera ese corto que siempre soñó... Que la disfruten :) :D
A modo de actualización:
El domingo 30 a las 17 y 22 horas dan la obra maestra de Alton "He walked by nigth" una oportunidad para ver al doctor luz en acción, en pantalla grand ey en fílmico. Como San Alton manda ;) =)

martes, 29 de diciembre de 2009

a propósito de "Gran Torino"



Buenas a todos! Acá va mi último post del año que no es realmente el último, ya que esta es una entrada "a pedido" Inaugurando esta sección, merced a la solicitud de "Dialoguista" de "Dialogos Cinéfilos" (a la derecha de su pantalla) Como hace poco Dialoguista me mimó con el primer premio virtual de mi vida blogger (que será subido en breve) cumplo con lo pedido y además, forma parte del balance de este año que pasó. Mi balance más completo y en varias entregas queda para el ñao que viene... Abajo la reseña y espero que sea de su agrado...


El Viejo y el Mar (de cemento)

Vuelve el viejo Clint Eastwood, ahora si alejado de los golpes bajos, sin miedo a la incorreción política, etc. Bueno, No voy a empezar así. Porque Así empiezan buena parte de las critícas que, tras tirar a matar a "El sustituto" ahora aclaman "gran Torino"Como a mi "El sustituto" me gustó (y mucho) puedo decir que el viejo Clint no vuelve, porque en realidad no se fue nunca, Hay un hilo de continuidad entre una película y otra: La sociedad está mal (Policía corrupta y cómplicidad civil en "el sustituto", pandillas y decadencia en "Gran Torino")

Hilo de continuidad: La sociedad está mal y hay que hacer algo, hay que Actuar. Actuar es lo que hacen la protagonista, el pastor y los manifestantes de "The Changeling". Y el protagonista de la historia de "Gran Torino" también actúa en consecuencia.


Pero pasemos a la historia:

La peli arranca con un entierro. Mr. Kowalski, el protagonista, encarnado por el mismo director, perdió a su esposa y la están velando. La camara registra minuciosamente el momento pero, además, en pocas pinceladas Clint el director y Clint el actor nos definen la situación. Un viejo gruñón, literalmente gruñon, debe afrontar la pérdida de un mundo que no volverá.

El protagonista añora un mundo perdido. Un mundo en el que era joven, su mujer vivía y eran felices, tuvo hijos, trabajaba y podía identificarse con su trabajo. El joven Wally podía identificarse con su auto. No solo en tanto obtenido con el producto de su trabajo sino en tanto el producto mismo de su trabajo.

Kowalski hizo "Ese" Gran Torino en particular, conoce cada una de sus partes. Ese mundo se manifiesta en el auto, el "gran torino" Y es que el auto es el otro gran protagonista: El auto es el objeto de deseo de Kowalski, de su nieta, de la pandilla de ladronzuelos violentos y del tercer personaje en cuestión: El joven que se convertirá en (tomando una temrinología prestada) "padawan" de Kowalski.


Pero el Torino no es solo un objeto de deseo. Es algo más. Es la objetivación de un trabajo subjetivo. un trabajo hecho por un grupo de personas en particular. El viejo Kowalski es un obrero de la edad dorada del capitalismo norteamericano: LA ERA del Estado de Bienestar y el Fordismo. Y lo de fordismo no va porque sea hincha de ford contra chevy. Poseedor de un saber especial (a diferencia del saber cada vez más expropiado y concentrado en computadoras, controles de calidad, etc) El obrero Kowalski le dice a su nuevo aprendiz: Hay una herramienta para cada cosa y cada herramienta cumple su función. Pero eso era así en el mundo en que vivió el joven Kowalski.

En el mundo en que habita el viejo eso es así en su taller pero no fuera de la casa. El orden está trastocado, uno ya no puede ser una herramienta en el lugar justo y manejar herramientas que sabe para que son. Ahora uno es una herramienta sin función (o inútil) que además perdió el control sobre esas mismas herramientas. Y el Mundo del Trabajo ya no es el mundo del fordismo (co su explotación del trabajador pero también con su saber obrero) sino el del toyotismo (con su pérdida cada vez mayor del saber obrero y su felixibilización laboral) No casualmente Kowallski despotrica contra los autos "japoneses" (no es solo porque sean extranjeros)En este mundo donde "There is no future", kowalski, rodeado de inmigrantes "nuevos" sigue actuando con los reflejos del viejo mundo. Es un obrero norteamericano orgullosos de ser tal pero también orgulloso de su patriotismo (que incluye una alta dosis de chauvinismo) Se encuentra en un mundo donde las cosas cambiaron y, desde su punto de vista, para mal.


Intenta influir ayudando a uno de esos jóvenes "sin futuro"

Kowalski puede irse. Tiene esa opción. Sus hijos se lo proponen. Que deje el barrio que ya no es lo que era. Pero kowalski se niega. Se niega a elegir la salida fácil. Se niega a irse y abandonar. Se queda a luchar. A luchar a su modo, claro. Y uno asiste a la lucha de un hombre (¿solo?) contra el mundo, contra sus circunstancias (como en "el viejo y el mar"; circunstancias naturales en un caso, sociales en el otro pero circunstancias al fin)


Cuando se terminó todo, la voz del actor/director en off nos acompaña con la canción del "gran torino" unas notas melancólicas, nostálgicas, nos subrayan los afectos y la referencia al pasado. La cámara acompaña al Gran Torino en su gloriosa marcha, solitaria, por la ruta. Finalmente la cámara se detiene: registra el alejamiento del auto, su desaparición y su reemplazo por otros autos. La cámara, quieta, ve pasar una serie de vehículos y ninguno es un Gran Torino. Ese monumento de un pasado que ya no es, se fue y ya no volverá, pero en su honor quedaron dos horas hermosas de arte. Y nosotros agradecidos